Viernes noche. Corresponde un relato de terror, de quitar el hipo a ser posible.
- Si usted quita el hipo con sólo verle su atroz presencia pesadillesca, maestro.
Harry. Estoy escuchando los quejidos del tiranosauros Rex. Da la sensación de estar hambriento.
- Jolines, si acaba de merendarse a tres "boy-scouts".
Entonces preséntale al instructor, que tiene más chicha.
- Como usted diga, jefe.
Ajá. De maravilla. La soledad gratifica la intensidad de la lectura. Empecemos por la primera línea que dice así...
Era un impulso desconocido que le asaltaba cuando menos se lo esperaba. Repentinamente su mente se ponía en blanco. Su cuerpo se paralizaba, hasta recostarse en el suelo. Seguidamente juntaba los brazos contra los costados. Otro tanto las piernas. Y con un esfuerzo ímprobo se desplazaba reptando, causando estupor en quienes le rodeaban…
- Me llamo Patricia Limms.
- Tu nombre familiar. Con el que sientes confianza entre los tuyos.
- Patty.
- Bien, Patty. Tienes treinta años. Trabajas de administrativa en una empresa de seguridad.
- Si.
- ¿Estás satisfecha con tu lugar de trabajo?
- Si.
- ¿Te llevas bien con tus superiores?
- Si.
- ¿Cómo dirías que es tu relación con el resto de tus compañeros?
- Neutro.
- No tienes mucha afinidad con ellos.
- Me limito a mi trabajo. No me pagan por hacerme amiga de los demás empleados.
- Estás soltera.
- Si.
- Y eres hija única.
- Si.
- Háblame de tus padres.
- Ambos están muertos.
- Profundiza un poco más, quieres.
- Mi madre murió cuando yo tenía cinco años. De cáncer de mama. Era maligno. Mi padre falleció el año pasado, de un ataque de miocardio. Tenía sobrepeso y la presión muy alta. A pesar de mis advertencias, no se cuidaba en lo relativo a la dieta ni en la práctica activa de ejercicio físico.
- Bien, Patty. Veo que llevas una vida algo solitaria.
- Se puede considerar así.
- Pero tendrás alguna persona que forme parte de tu círculo de amistades.
- Las tengo contadas.
- Bueno, a veces es mejor tener pocos amigos, pero que sean fieles y de confianza.
- Da lo mismo. Siempre terminarán traicionándote.
- No se puede ser tan negativa, Patty.
- El ser humano es nocivo. Somos descendientes de bestias, y como tales, buscamos el beneficio propio, en menoscabo del resto. Si yo triunfo, qué más da lo que les suceda al resto.
- Es una opinión muy personal, Patty. Y demasiado egoísta por tu parte.
- ¿Sabe lo que le digo?
- No, Patty.
- Que ya estoy harta de esta sesión de hipnosis. Es más, le he estado siguiendo el juego para servirme de usted.
- Cómo.
- Fíjese en mis ojos. Usted será lo que yo desee que sea. En el momento que yo lo estime oportuno. Las veces que yo quiera que lo sea usted al día. Delante de sus conocidos. Y de gente ajena a su entorno.
“Usted será mi gusano.
“Una lombriz enorme que se arrastrará sobre su estómago…
Aquella sensación de desasosiego. La obsesión por avanzar centímetro a centímetro. De manera trabajosa. Sudando como un cerdo. Reptando como un animal invertebrado, blando, alargado, contráctil y sin extremidades, conforme los compañeros de profesión observaban su insólito comportamiento en la convención de psicoanalistas de Boston.
En aquel instante era un gusano.
Huyendo de la sensación de ser pisoteado por la suela de un zapato gigantesco...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Estrenando Sobresaltos y temblores
A esta fecha nace Sobresaltos y temblores. Un blog predispuesto hacia el género del terror en su faceta de imágenes y relatos.
Entradas populares
-
Bueno, con mucho retraso, tengo que agradecer a las compañeras y compañeros que han tenido a bien considerar mi rinconcito como merecedor de...
-
A continuación reedito uno de los relatos más exitosos en Escritos de Pesadilla durante su primera edición en el blog. Una persona enferma ...
Hay que andarse con cuidado! Por muy pscoanalista que sea uno, puede acabar bajo las "garras" de un demente casi sin darse cuenta.
ResponderEliminarSi, Mar. Y si encima es una vampiresa "sexy", no te digo nada, ja ja. Un abrazo. (Y cuidado con las manzanas con gusano dentro. Sin querer puedes estar dándole un bocado al alcalde del pueblo, je je).
ResponderEliminarGran Entrada..., y contexto bravazo...!
ResponderEliminar=)... de lujo bro!...
y pensar, que hay chicas con unos ojitos encantadores, te digo bro... no hace falta la hipnosis en esas minas... son de matar; y sucede, algunos terminamos hechos unos gusanos, pávidos por las inmensas suelas...XD.
ResponderEliminar=)...
El cazador cazado...
ResponderEliminarVeo que sigues con buenas historias.
Saludos.
Genial, Robert¡...en tu línea...y ojo con la mirada¡ Feliz fin de semana. Saludos cordiales.
ResponderEliminarTe comprendo, Daniel Hb. Yo trabajo cara al público en un hipermercado, y ves como la mayoría de los novios o maridos obeceden como corderitos a sus medias costillas, ja ja. Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarHola sagitaire. Bueno, el psicoanalista no estaba de caza. El problema es que se encontró con una paciente muy peculiar.
ResponderEliminarRecibe un fuerte abrazo, compañero.
Je, Anrafera. Tienes razón. A Patty mejor ni mirarla de frente. Precede ser muy tímido con ella, so pena de acabar haciendo el ridículo en público en cualquier momento del día. Un abrazo, genial compi bloguero.
ResponderEliminar