lunes, 19 de diciembre de 2011

Feliz Navidad, nena. (Merry Christmas, baby).

- Dulce Navidad, nena.
- No te agradezco la felicitación. Es una noche desagradable. Fría y húmeda. ¿Dónde está la nieve? ¡Sólo lluvia! ¡Eso condiciona el paisaje! ¡No es nada romántico, sabes! Mires donde mires por la ventana, todo está mojado.
- Y brillante...
- No digas eso. Suena lascivo.
- Voy a encender el árbol.
- Mejor chasquea el mechero y le das fuego. Así entraríamos en calor.
- Eres muy negativa, nena.
- ¡No hay calefacción! ¡Hace un frío tremendo! 
- Bueno. Dos bajo cero.
- ¡Lo dicho! ¡Claro, como dejaste de pagar las facturas, cortaron la corriente! ¿Nunca pensaste en que a finales de año, llegaría el jodido invierno?
- Ese vocabulario... Ya sabes que detesto los vocablos malsonantes.
- ¡No haber dejado de trabajar! ¡Así pagarías el agua, la luz y el gas!
- Ya sabes porqué lo dejé. No podía concentrarme lejos de ti.
- No me digas. Pues ya son unos cuantos meses que estoy a tu lado. ¡Demonios!
- Nena, controla tu mal genio.
- Si, claro. Porque si no lo hago, me arrancarás el otro pie, ¿verdad? ¡Diantres! ¡Nunca me aflojas las cadenas! ¡Y siempre me tienes en la silla de ruedas, o tumbada encima de la cama!
- Eres muy exigente, nena.
- ¡Ya, ya! ¡Y tú un retorcido demente! ¡Si lo llego a saber, nunca se me hubiera ocurrido visitarte a principios de año para venderte una puñetera batería de cocina!
- Es que estabas arrebatadora con ese traje negro con falda. Ahora si te comportas, te traeré un poco de sopa.
- ¡Sopa fría, no te fastidia! ¡Y de postre, pan duro con algo de mantequilla! ¡Menudas navidades! ¡Ojalá nunca te hubiera conocido! ¡Al menos estaría entera! ¡Porque sin un pie menos ya me dirás lo encantadora que estoy ahora!
- No tienes que lamentar tu estado físico, nena. Ya sabes que eres lo máximo para mí. Además, jamás nos separaremos.
- ¡Hasta que te aburras de mí, me hagas daño, me mates y te busques a otra, maldito cafre mentiroso!
- Nena, porque estamos en estas fechas. Si no te arrancaba ahora mismo un par de dedos como merecido castigo por tu boca sucia.
- ¡Que te den!
- En fin. Te prepararé un tranquilizante. Cuando estés relajada, te acercaré al árbol, y juntos cantaremos alegres y emotivos villancicos.

10 comentarios:

  1. Que romántico. ¿ Y se comía su carne también? Jiii.

    ResponderEliminar
  2. Robert como siempre un excelente escrito, personal y en tu línea.
    Te deseo unas excelentes fiestas.
    Un abrazo.
    Feliz Navidad.
    Ramón

    ResponderEliminar
  3. Que en este día tan mágico en el que recordamos el nacimiento de Jesús, la alegría y la esperanza te acompañen cada día. Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo, son mis sinceros deseos.
    Un abrazo, Elsa

    ResponderEliminar
  4. Esto si es romanticismo navideño y lo demas son tonterias ¿eh?

    ResponderEliminar
  5. HOLA!yo también participo el los premios 20Blogs, ¿te importaría pasarte un segundo y votarme? Un saludo y hasta pronto =) http://tinyurl.com/d8nlqa3

    ResponderEliminar
  6. Hola, Bellarte. No te quejes, que en los tiempos que corren, tener alguien que te quiera tanto es una suerte morrocotuda, je je.
    Un saludín, pillina. :)

    ResponderEliminar
  7. Gracias, Anrafera. Te contesto ya pasadas las fiestas. Que el 2012 te sea propicio, como decían los romanos, je. Un saludazo tremebundo. :)

    ResponderEliminar
  8. ¡Gracias Elsa! Que el 2012 te favorezca, compañera. Un saludo cordial y sincero. :)

    ResponderEliminar
  9. Eso es Nerea. Una pareja que se complementan muy bien. Estaba claro que nacieron hechos el uno para el otro, ozú. Ja ja. Saluditos. :)

    ResponderEliminar
  10. Hola, Marta H. Sánchez. Votada estás. Un saludo gordo. :)

    ResponderEliminar

Estrenando Sobresaltos y temblores

A esta fecha nace Sobresaltos y temblores. Un blog predispuesto hacia el género del terror en su faceta de imágenes y relatos.

Entradas populares